Protección de Datos de Madrid interpreta que las notas de un alumno mayor de 16 años son información privada a la que no pueden acceder sus tutores. María estudia primero de Bachillerato en un colegio público de Madrid. Cartilla en mano, con siete suspensos, no va a perderse la fiesta del próximo sábado. Su madre sospecha y llama al colegio para enterarse de las notas de su hija. Pero María es mayor de 16 años y, abanderando su derecho a la intimidad, exige al colegio que no revele sus calificaciones. Son datos personales y, por tanto, deben ser protegidos frente al “intrusismo” de sus progenitores.